El pensamiento del
sacerdote claretiano Blas Márquez Bernal se centró en su vocación
misionera, su profunda fe y su compromiso con los más necesitados, que expresó
a través de la poesía y su servicio pastoral. Aunque no desarrolló una
filosofía o un sistema de pensamiento formal en una obra específica, su legado
se refleja en la forma en que vivió y en sus escritos.
Las ideas y principios
que guiaron su vida se pueden deducir de los testimonios y los tributos
publicados por la comunidad claretiana tras su fallecimiento el 02 de noviembre
de 2023.
Principales pilares de
su pensamiento
·
Cristo y la Palabra de Dios: Su fe en el misterio de la Encarnación
—"la Palabra se hizo carne"— era el núcleo de su espiritualidad. Para
Márquez, esta verdad no era solo un dogma, sino que se manifestaba en la vida
cotidiana, especialmente en la poesía que escribía y en la manera en que
observaba el mundo.
·
Apostolado y servicio a los pobres: Su pensamiento
era eminentemente práctico y se manifestaba en su labor misionera. Fue conocido
como un "apóstol de los pobres" y un "acompañante de tantos sin
techo". Esta dedicación a los marginados y desfavorecidos fue una de las
facetas más destacadas de su vida.
·
Espíritu claretiano y misionero: Vivió la misión
claretiana en diversas partes del mundo, incluyendo Venezuela, Argentina y
varias ciudades de España, como Gran Canaria y Sevilla. En su homilía, hablaba
de la vida y obra del Padre Claret, mostrando cómo su propio pensamiento estaba
enraizado en la tradición de su congregación.
·
Poesía como expresión de la fe: Blas Márquez
utilizó la poesía como un medio para explorar y expresar su vida interior, sus
sentimientos y su fe. En los círculos claretianos se le consideraba alguien que
había hecho de "la Palabra [...] poesía, sentimiento, mirada honda y
suspiro profundo".
·
La sencillez y la fraternidad: Los testimonios de quienes lo conocieron
destacan su sencillez y su carácter de "amigo y maestro". Su
pensamiento se manifestó en gestos concretos, como compartir cenas con
migrantes en Las Palmas, reflejando una profunda caridad fraterna.
En resumen, el
pensamiento del Padre Blas Márquez no se encuentra en un tratado, sino en la
conjugación de su vida de fe, su ministerio misionero y su expresión poética.
Fue una teología vivida, centrada en el amor a Dios y el servicio a los más
vulnerables, inspirada en la espiritualidad claretiana.
A dos años de su
partida al Reino de Dios, sus enseñanzas perdura en quienes fueron tocado por
su ejemplo y vida. CIBERPAZ/conIA/WTU
Mérida, 02 de noviembre
2025.
