El padre Niceto Martín Pablo (1930–2025) fue un misionero
claretiano que dejó una huella profunda en la comunidad de Los Curos en la
Parroquia Civil Osuna Rodríguez, en el municipio Libertador del estado Mérida,
Venezuela.
Su vida estuvo marcada por un compromiso inquebrantable con
la fe, la justicia social y la formación de comunidades desde la base.
Trayectoria y misión
Originario de España, el padre Niceto se integró a la
Congregación de los Misioneros Claretianos, dedicando su vida al servicio
pastoral en América Latina.
En la década de 1980, fue asignado a la parroquia Corazón de
María en Los Curos, una zona popular de Mérida. Allí, su labor trascendió la
liturgia, enfocándose en la promoción de la comunicación popular y la
participación comunitaria.
Fue un impulsor clave de iniciativas como el periódico
comunitario “Gente de Los Curos” y el boletín “Noticatedra”, que sirvieron como
plataformas para que los habitantes expresaran sus realidades y aspiraciones.
Estas acciones estuvieron alineadas con la Teología de la
Liberación y el pensamiento de Mario Kaplún, promoviendo una comunicación que empoderara
a las comunidades.
También, apoyo mucho el Encuentro Vacaciones Creativas que
por los años noventa desarrollaba la Asociación Civil Cátedra de la Paz y
Derechos Humanos Mons. Oscar A. Romero en sus comienzos cediendo los espacios
de la Iglesia Corazón de María para el desarrolla de las actividades con niños,
niñas y adolescentes de las comunidades de Los Curos.
Legado
El padre Niceto también fue un defensor de la educación y la
formación de líderes comunitarios. Su enfoque pastoral incluía la organización
de talleres y encuentros que fortalecían el tejido social y espiritual de Los
Curos.
Su legado perdura en las estructuras comunitarias que ayudó
a construir y en la memoria colectiva de quienes compartieron su visión de una
iglesia comprometida con los más necesitados.
Falleció en 2025, dejando tras de sí una comunidad
fortalecida y un ejemplo de vida dedicada al servicio y la transformación
social desde la fe.
La partida del querido padre claretiano Niceto Martín Pablo
ha dejado un profundo vacío en el corazón de la comunidad de Los Curos, que lo
recuerda con inmenso afecto y gratitud.
Desde CIBERPAZ, conversamos con algunos de aquellos jóvenes
que conocieron al padre Niceto Martín Pablo y lo recuerda de la siguiente
manera:
Jorge Chacón nos comenta: “Lo recuerdo como una persona muy
humilde, siempre de bajo perfil. Muy buen ser humano.”
Mientras María Elena Valero agrega “Fue un hombre muy
sencillo y humilde con unas capacidad de ayuda a más necesitado”.
Isaida Dugarte, nos comenta “Tuve la dicha de conocerlo y
tener un contacto directo con él. Lo recuerdo con mucho cariño. Digno
representante de la iglesia claretiana. Pude conocerlo por sus consejos,
palabras de sabiduría por medio de la palabra, incluso con el realice mi
primera comunión. Mi mamita trabajo muchos años en la casa cural y por ello
tuve el privilegio de conocer esa parte humana del Padre Martin”
Carolina Serrano fue otra de las personas que conoció al
Padre Niceto y lo recuerda de esta forma “el padre
Martin fue un excelente ser humano, sencillo, noble, humilde, tuve mucha
comunicación con él. El me fue el que realizó mi boda”.
Por otra parte, Walter Trejo Urquiola, coordinador general
de la Cátedra de la Paz señala “El padre Martín siempre estaba preocupado por
los niños, las niñas y adolescentes; nos apoyo en los primeros años del
Encuentro Vacaciones Creativas, que era el Plan Vacacional de Los Curos; nos
permitía trabajar con los 150 participantes en los espacios de la Iglesia
Corazón de María en la estructura original y luego cuando empezaron a
reconstruirla así en nos permitía trabajar. Era un gran hombre, muy observador
y tranquilo, pero profundamente sabio y humano”
Durante los años que ejerció su ministerio en la parroquia
Corazón de María, supo sembrar esperanza, fe y compromiso social entre los más
humildes.
Su estilo cercano, sencillo y profundamente humano le
permitió ganarse el cariño de niños, jóvenes, adultos y personas mayores,
quienes hoy lo reconocen como un verdadero pastor y amigo del pueblo.
Más allá de su labor religiosa, el padre Niceto fue un motor
de cambio y participación comunitaria.
Su impulso a medios de comunicación locales, como el
periódico “Gente de Los Curos” y el boletín “Noticatedra”, permitió visibilizar
las voces de la comunidad y fomentar el pensamiento crítico desde la base
popular. Estas herramientas, que aún forman parte de la identidad del sector,
son reflejo de su visión liberadora y educativa, en sintonía con una iglesia
comprometida con la vida y la dignidad de cada persona.
Hoy Los Curos lo recuerda con alegría y nostalgia. Su legado
continúa vivo en las organizaciones sociales, los grupos pastorales y cada
rincón donde alguna vez caminó con su sotana sencilla y su palabra fraterna.
La comunidad, unida en la fe y la memoria, honra su vida con
la certeza de que el padre Niceto sigue acompañando, desde la eternidad, los
sueños de justicia, paz y esperanza de este pueblo que tanto amó.
CIBERPAZ/conIA
Mayor información: memoriacolectivacatedradelapaz@gmail.com
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