"Un
hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que
abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios
encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza
en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en
las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará
a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor
gloria de Dios y la salvación de las almas" nos decía Claret.
Llegamos
a la Iglesia Corazón de María, desde hace años cuna de los Padres Claretianos;
desde acá se han gestados los principales momentos de Los Curos como la
construcción de la Capilla Velatoria, el Movimiento Juvenil ANCLA, la lucha con
la comunidad para tener el Liceo Rómulo Betancourt, del Ambulatorio Los Curos,
de campañas de alfabetización, de la catequesis permanente, de los diversos
grupos religiosos y sociales, entre otros.
Desde
acá, también se ha denunciados los grandes problemas de Los Curos, no solo por
denunciarlos, sino que han nacido en el seno de la Iglesia Corazón de María,
grandes soluciones a los problemas sociales. Dándole a Los Curos, ser referente
a nivel del Estado Mérida, de la Ciudad.
Pero
el secreto entre nosotros/as, ha sido que el pensamiento y obra de Claret sigue
vivo, sigue vigente en muchos/as que han pasado de una u otra manera, por ser
nutridos y acogidos por las enseñanzas de los Padres Claretianos desde aquellos
primeros padres que empezaron en Los Curos, la obra de Claret.
En
eso, podemos decir que Claret sigue vivo…de verdad; que debemos seguir aferrado
a sus enseñanzas y carisma.
Palabras
pronunciadas en la Procesión a Claret en el marco de la Semana Claret: Ayer,
Hoy y Siempre organizada en Los Curos del 26 al 30 de Octubre 2016, con la
participación de todos los grupos religiosos y sociales (entre ellos, Cátedra
de la Paz/Universidad de Los Andes)
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