Durante el año escolar 2024-2025, la Coordinación de
Comunidades Educativas, a través de su delegada en Los Curos, la profesora
Hilda Rojas, ha venido desempeñando un papel fundamental en la promoción de
actividades culturales en el Circuito Educativo N° 18 de la Parroquia Civil
Osuna Rodríguez, municipio Libertador del estado Mérida.
Desde la Comisión de Cultura de las instituciones educativas
que conforman este circuito, se ha impulsado una agenda de acciones
significativas orientadas a reforzar la identidad cultural local, el sentido de
pertenencia y el protagonismo estudiantil en la vida comunitaria.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra el Taller
de Joropo Andino, una propuesta formativa que ha generado entusiasmo y
participación activa tanto en docentes como en estudiantes. Este taller, que
forma parte del camino hacia la edición
del Joropazo Escolar 2025, ha sido una verdadera escuela de tradiciones,
valores y encuentro intergeneracional.
El Joropo Andino: Una Danza que Une
y Educa
La realización del Taller de Joropo Andino ha tenido como
propósito principal fomentar el aprendizaje, la práctica y la difusión de esta
manifestación tradicional propia de la región andina venezolana. Bajo la guía
de cultores locales y con el acompañamiento de la profesora Hilda Rojas,
docentes y estudiantes de las escuelas del circuito han aprendido no solo los
pasos característicos de la danza, sino también su historia, su valor simbólico
y su rol en la preservación del patrimonio cultural inmaterial.
El taller ha sido desarrollado con una metodología
participativa e integradora, permitiendo que niñas, niños y adolescentes no
solo se formen como bailarines, sino también como multiplicadores culturales
dentro de sus comunidades escolares. Esta acción formativa ha servido como un
espacio de construcción colectiva de identidad y como plataforma para
fortalecer el tejido comunitario.
Cultura y Educación como Camino para
la Paz
La participación en actividades como el Joropazo Escolar no
se limita al espectáculo. Representa una vivencia que transforma la manera en
que las y los estudiantes se relacionan con su entorno, con sus raíces y con
sus pares. La Comisión de Cultura del Circuito Educativo N° 18 ha demostrado
que, cuando la educación se articula con el arte y la cultura, se crean
oportunidades para sembrar paz, autoestima, respeto y cooperación.
Gracias al trabajo comprometido de la profesora Hilda Rojas,
se ha generado un renovado interés por parte de las instituciones educativas en
mantener viva la cultura popular andina. Cada ensayo, cada clase de joropo,
cada presentación se ha convertido en una herramienta pedagógica para educar en
valores, para cultivar la sensibilidad artística y para fortalecer la cohesión
social.
Un Legado que Inspira
El impacto de estas actividades culturales se ha evidenciado
en el entusiasmo de los jóvenes estudiantes, quienes han encontrado en el
joropo una forma de expresión, pertenencia y alegría. El esfuerzo conjunto
entre escuelas, familias, cultores y comunidad educativa ha logrado tejer una
red de apoyo y continuidad que asegura el éxito de las futuras ediciones del
Joropazo Escolar.
Este trabajo ejemplar, liderado por la Coordinación de Comunidades Educativas y encarnado por la profesora Hilda Rojas, nos recuerda que el alma de la educación no está solo en los contenidos académicos, sino también en la capacidad de hacer de nuestras tradiciones una herramienta para el desarrollo humano y comunitario. CIBERPAZ/conIA
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