De la
historia de Claret podemos rescatar, un momento de su vida:
El
segundo hecho que le ocurrió fue estando un día con unos amigos en la playa,
metió los pies para refrescarse en el agua, y de pronto una ola gigantesca lo
arrastró hacia mar adentro, y Antonio que no sabía nadar se estaba ahogando. De
sus labios solo salió un grito "Virgen
Santa, salvadme" , y sin saber cómo, Antonio estaba en la orilla,
sano y salvo y para colmo sus vestidos secos totalmente.
Desde
niño, la devoción y el amor a la Santísima Virgen marcaron la vida de San
Antonio. La Virgen Santísima era para él la estrella que le guiaba en su vida.
Siempre la visitaba en el altar de su parroquia y se imaginaba que sus
oraciones subían al cielo por unos "hilos misteriosos". Le gustaba visitar a la Santísima Virgen en
su santuario de Fusimaña.
Como
vemos, la dedicación respetuosa de Claret a las mujeres es guiada cada día por
la pasión que tiene Claret a la Virgen María; como referencia a la mejor mujer
del mundo.
Si
vemos a Claret, hoy en Los Curos, nos diría que a las mujeres la debemos ver
como reflejo de la Virgen misma, por lo cual, no podemos maltratarlas, ni
abusar de ellas, ni violentarlas….
Palabras
pronunciadas en la Procesión a Claret en el marco de la Semana Claret: Ayer,
Hoy y Siempre organizada en Los Curos del 26 al 30 de Octubre 2016, con la
participación de todos los grupos religiosos y sociales (entre ellos, Cátedra
de la Paz/Universidad de Los Andes)
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